Dos elencos emblemáticos del Centro Cultural Mamacuchara, celebran su trigésimo aniversario

Por: Jefferson Herrera, productor del CCMC

Cumplir 30 años de trayectoria artística es un motivo de celebración para cualquier artista o agrupación profesional; tres décadas significan que se ha consolidado un trabajo, un tiempo en el que se ha logrado plasmar un concepto artístico claro y que, a la vez, es el eje transversal de proyectos, obras y puestas en escena que posibilita un posicionamiento en un determinado ambiente. Hecho indispensable si se trata de fortalecer el recorrido de dos emblemáticas agrupaciones musicales de la escena ecuatoriana, elencos que mediante el trabajo y talento de sus músicos han logrado convertirlas en verdaderos referentes culturales a nivel nacional.

1990 marca el inicio de una trayectoria, dos agrupaciones son creadas bajo una lógica cuyo objetivo es promover y difundir la música ecuatoriana desde un marco basado en políticas culturales públicas. Así, la Alcaldía del Municipio de Quito de aquella época, bajo el mando de Rodrigo Paz, y mediante resolución de Concejo Metropolitano, crea la Banda Sinfónica Metropolitana de Quito y la Orquesta de Instrumentos Andinos, convirtiéndose en uno de los primeros gobiernos locales en tomar la posta y crear elencos profesionales desde un marco cultural institucional.

Dos historias empiezan a tejerse, dos historias que están relacionadas por el arte sonoro, una esencia transversal que ha posibilitado en estas tres décadas consolidar un trabajo, y un camino cuya principal actriz es la música. Estas dos agrupaciones se han arraigado tanto en la escena musical ecuatoriana, hasta convertirse en referentes nacionales en su formato. Una banda de vientos metal, madera y percusión   dedicada a interpretar reconocidas obras del repertorio académico, latinoamericano y popular, y una orquesta con instrumentos propios de la región cuyo sonido característico la han llevado a ser parte de importantes estrenos y montajes. Esto también gracias al trabajo imprescindible del Departamento de Composición y Arreglos del Centro Cultural Mamacuchara, así como del equipo de Producción.

BANDA SINFÓNICA METROPOLITANA DE QUITO

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La versatilidad de la Banda Sinfónica le permite una extensa variedad de obras y temas para interpretar, la ausencia de cuerdas le otorga una sonoridad particular y la flexibilidad de los instrumentos de viento es una fortaleza que le ha permitido sumergirse por completo en la diversidad de los repertorios contemporáneos. Características que además han sido aprovechadas por destacados compositores ecuatorianos, quienes han creado obras o realizado adaptaciones exclusivas para su formato, entre ellos, Marcelo Beltrán, Leonardo Cárdenas, Julio Bueno, Marcelo Ruano, Jorge Oviedo y Giovanny Mera.

Importantes teatros y espacios culturales del país han sido sus escenarios, en Quito, el Teatro Nacional Sucre, Teatro México, Teatro Variedades Ernesto Albán, Casa de la Música; fuera de la ciudad, el Teatro Lemarie de Tulcán, Teatro Bolívar de Ambato, Auditorio L.I.A. de Atuntaqui, Teatro Gran Colombia de Ibarra, entre otros. La agrupación ha llevado lo más variado de la música académica y lo más representativo del género popular ecuatoriano, a todos los rincones de la ciudad, diversificando su público y, a la vez, promoviendo y difundiendo el talento y trabajo de intérpretes y compositores del país. En este sentido, y debido a la calidad de sus presentaciones y el alto nivel de sus integrantes y directores, la Banda Sinfónica Metropolitana de Quito ha sido la protagonista de importantes montajes, entre otros, “Atahualpa o el ocaso de un Imperio”, “Pedro y el Lobo”, “Boletín y Elegía de las Mitas”, “Carmina Burana”, “Cantata de Ramos”, “Canción de la Tierra” y “La Consagración de la Primavera”; destacándose también, por ser parte de renombrados festivales y proyectos como Ecuador Jazz, Festival Internacional de Música Sacra de Quito, Sucre Viajero y Nuestra Música.

Un largo camino que también ha sido posible gracias al arduo trabajo de quienes han llevado la batuta. Se debe mencionar a los maestros y directores que los han acompañado a lo largo de este tiempo: Julio Bueno, José Ángel Pérez, Patricio Álvarez, Jorge Oviedo, Andrea Vela, Andrey Astaiza, Roberto Rojas, Miguel Jiménez, Medardo Caisabanda, Winfried Mitterer, Leonardo Cárdenas y Luis Alberto Castro, su actual director.

ORQUESTA DE INSTRUMENTOS ANDINOS

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Explorar los sonidos andinos a través de una orquesta cuya conformación sean instrumentos propios de la región constituyó un verdadero reto, un proyecto único en su género que requería también de todo un contingente humano, técnico y logístico para salir a la luz. Con una planta musical, en ese entonces, de 52 músicos provenientes de la escena popular y folclórica ecuatoriana, la Orquesta de Instrumentos Andinos fue creada para convertirse en un hito de la promoción y difusión de la música ecuatoriana.

Para Patricio Mantilla, director durante 25 años de la OIA, la experiencia que aportaron todos los integrantes en un inicio permitió concretar el concepto artístico que caracterizaría a la agrupación, y “lo más importante en ese sentido fue que se plasmó positivamente la profesionalización del músico popular.” Actualmente, está conformada por 38 músicos ejecutantes, organizada en filas instrumentales de cuerdas andinas, vientos andinos y percusión.

Al ser una orquesta única en su formato, en un inicio no existían, dentro ni fuera del país, música creada para este formato orquestal, así que se debió crear un repertorio propio y hacer arreglos, adaptaciones y transcripciones musicales, labor que continúa hasta la actualidad. Otro hecho histórico para la escena ecuatoriana, ya que por primera vez se escribía música para instrumentos musicales andinos organizados como orquesta. Hoy por hoy, el repertorio de la OIA alcanza las 530 obras aproximadamente.

La Orquesta de Instrumentos Andinos ha actuado escenarios a nivel nacional e internacional como una muestra de la música ecuatoriana, latinoamericana y universal, evidenciando así la versatilidad de los instrumentos andinos. Visitando países como Colombia, Brasil, Perú, Costa Rica, Chile, Rusia, Alemania y México. Este proyecto ha sido también una importante ventana para que nuevos compositores puedan exponer sus obras; destacados compositores y directores como Segundo Cóndor, Geovanny Mera, Mesías Maiguashca, Diego Luzuriaga, Leonardo Cárdenas, Wilson Haro, Gabriela Lena Frank de EE.UU.​, Álvaro Manzano, Andrea Vela, Jorge Oviedo, Alexandra Urrutia de Chile, Denisse Simard de Canadá, Tadashi Maeda y Marcelo Beltrán, entre otros, han propuesto obras para ejecutarse con esta agrupación.

Mediante su participación en festivales internacionales y giras, ha fortalecido el intercambio cultural, enriqueciendo aún más la experiencia del arte sonoro. Ha estado presente en el Festival de las Artes en Costa Rica y en el Festival Barroquísimo de México, además de ser parte de la programación anual del Festival Internacional de Música Sacra de Quito, Sucre Viajero y Nuestra Música. Su riqueza sonora la han llevado a ser parte de obras como “El compadre Huashayo”, “Boletín y Elegía de las Mitas”, “Cantata de Ramos”, “La Canción de la Tierra” y la ópera “Flauta Mágica de los Andes”.

Así, durante los 365 días del año, estas dos emblemáticas agrupaciones, en su sede permanente, el Centro Cultural Mamacuchara, trabajan con el objetivo de consolidar y llevar al máximo nivel de madurez artística a la música, sistematizar el estudio y dominio de sus instrumentos y, desde luego, continuar con la difusión de la música ecuatoriana dentro y fuera de nuestro Ecuador.

¡Felices 30 años!

Autor: Centro Cultural Mamacuchara - Quito

El Centro Cultural Mamacuchara acoge a seis elencos profesionales: Banda Sinfónica Metropolitana de Quito, Orquesta de Instrumentos Andinos, Coro Mixto Ciudad de Quito, Ensamble de Guitarras de Quito, Escuela Lírica y Grupo Yavirac; y dos grupos de formación: Coro Infantil y Coro Juvenil. Cerca de 200 músicos recorren diariamente los pasillos de este lugar, invadiendo con sus voces e instrumentos, cada rincón de esta casa con casi 100 años de historia.

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